La Carrasca de Lecina
Seguro que a estas alturas ya habrás oido hablar de la Carrasca milenaria de Lecina… ¿verdad?, independientemente de la respuesta, lo que aquí te contamos seguro que te parecerá interesante.
Tal vez no supieras que las encinas estaban consideradas como árboles sagrados. Ya los celtas creían que de ella llegaban a los hombres los dones y bondades de los dioses y por eso le rindieron culto. Las más antiguas familias griegas celebraban sus reuniones bajo una encina sagrada donde tomaban sus decisiones más importantes. En Aragón se continuó con esta costumbre para celebrar todo tipo de acuerdos: tratos, bodas, asuntos de tierras o lindes. Si lo que se debía acordar implicaba dos localidades, se elegía la carrasca más grande situada a la mitad del camino que las separaba. Si el asunto era de mayor relevancia se elegía la más famosa del lugar o del reino. Por ejemplo, en 1873 se proclamó en el Somontano la 1ª República en la que en ese momento era la más famosa carrasca de Aragón, “La Carrasca de las Coronas”.
Por si no te habías dado cuenta, este árbol legendario está incluido en el escudo de Aragón. En el cuartel superior izquierdo está representada una encina sobre la que aparece una cruz latina de color rojo. Según la leyenda los jacetanos habían venido desde San Juan de la Peña hasta Aínsa para reconquistar este territorio a los sarracenos. Cuando los cristianos iban perdiendo la batalla apareció una cruz roja sobre una encina y entonces cambió la suerte de la batalla, conquistando los cristianos Aínsa. Desde entonces la encina y la cruz roja es el símbolo de Sobrarbe (“sobre árbol”).
La carrasca de Lecina, Arbol del Año en España
Pero la Carrasca de Lecina, también tiene su propia leyenda…
Esta antigua y milenaria Carrasca de Lecina es un auténtico tesoro natural resplandeciente de vida. Antaño se salvó del carboneo intensivo tan común en esa zona gracias a la familia Carruesco.
Muchas de sus compañeras no tuvieron la misma suerte que ella y, como si de un homenaje a sus hermanas se tratara, nuestra querida carrasca ha aguantado solemne hasta el día de hoy. Consiguiendo una altura de 16,5 metrosy el diámetro de su copa es de 28m con una superficie de 615 m2.
Muy querida por todos los vecinos de Lecina, cuentan que en los duros inviernos, ella sola producía 600 kilos de bellotas que alimentaban durante meses a sus ovejas, llamada por eso “La Castañera”.
Este 2021 fue la ganadora del concurso «Arbol del Año en España» y ahora es aspirante a ser «Arbol Europeo del Año», pero antes, mucho antes de que esto ocurriera, cuentan que Lecina estaba rodeada por unos impenetrables y misteriosos bosques de encinas y robles, donde se ocultaban lobos, osos y también las brujas. Los vecinos temían a las brujas ya que les causaban crueles desgracias. Causaban la enfermedad y muerte a personas y animales, o les mandaban terribles tormentas que asolaban la localidad.
Sin embargo las carrascas del bosque estaban contentas, tal era el temor de las gentes del lugar que no se atrevían a entrar en el bosque para hacer leña. Una de las más jóvenes de las carrascas no estaba muy contenta por la mala fama que tenía el bosque y sentía pena por los habitantes del pueblo. Tan disgustada estaba que no dejaba refugiarse en sus ramas a las brujas.
Por esta actitud eran frecuentes las discusiones con los demás árboles. Las brujas, que escucharon las protestas de la joven carrasca, decidieron irse a otro bosque y para agradecer el apoyo prestado por las más viejas les concedieron todo lo que desearan.
Las más presumidas quisieron que sus ramas y hojas fuesen de oro. Otras desearon desprender uno de los más deliciosos perfumes, y el resto pidieron que sus hojas fuesen brillantes y de cristal. Sólo la pequeña carrasca quiso continuar siendo como siempre.
Las brujas les concedieron sus deseos. Al tercer día desde que las brujas abandonaron el bosque se desató una terrible tormenta de viento y nieve. Se repente las hojas de cristal cayeron al suelo hechas añicos y esos árboles terminaron muriendo.
Otro día, un pastor no pudo impedir que su rebaño se lanzara a comer las hojas aromáticas. Desde entonces, los habitantes, cortaron esas encinas para alimentar a sus ganados con las hojas. En el bosque solo quedaban, además de nuestra pequeña carrasca, los árboles convertidos en oro. Pronto fueron desmenuzados por ladrones y vecinos.
De todo ese impenetrable bosque solo quedaba nuestra pequeña carrasca, que desde entonces todos respetaron y no dejó de crecer.
Ahora que ya conoces tanto su historia como su leyenda, te invitamos a ver el video que se encuentra tras estas líneas y votar en el concurso, para ayudar a que se convierta en el Árbol Europeo del Año, con todo lo que ello conlleva para nuestro territorio.
Pero sobre todo, te invitamos a que vayas a visitarla, ya que desde los Apartamentos de Turismo Rural Casa Lueza, en el Valle de La Fueva, hasta la Carrasca apenas hay una hora de distancia en coche, por lo que es una excursión muy bonita para ver un árbol que realmente impresiona.
¡No esperes más y vota! de momento la Carrasca Milenaria de Lecina es finalista y va en cabeza, pero necesita tu apoyo!
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